Te escribo una vez por semana con lo más valioso de mi trabajo: cuerpo, presencia y una mirada honesta para vivir más simple. Y más real.
Cartas breves, sin rollos (no tenemos tiempo para eso). Escritas desde el cuerpo, con verdades que nos pueden incomodar. Con preguntas que resuenan y, muchas veces, me contestan después.
De bienvenida recibirás mis audios para dejar de echarte de menos.